El Consejo Europeo de octubre de 2014 acordó el marco de actuación de la UE en materia de clima y energía hasta 2030, el cual incluía ambiciosos objetivos como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (en un primer momento al 40%), la mejora de la eficiencia energética o la ampliación de la cuota de renovables en el consumo de energía final. Desde entonces, la UE ha ido revisando y aumentando su nivel de ambición. Con el Pacto Verde para el Clima, propuesto bajo el marco vinculante del Acuerdo Internacional de París por la presidenta de la Comisión Ursula von der Leyen en diciembre de 2019, los Estados miembros de la UE se comprometieron a lograr la neutralidad climática fijando una estrategia que cómo fecha máxima se estableció 2050 para alcanzar todos los objetivos.
En diciembre de 2020, los líderes europeos acordaron incrementar el objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a 2030 hasta el, al menos, 55%, frente al 40% anterior, de ahí el nombre «Objetivo 55» ("Fit for 55" en inglés). Este compromiso quedó finalmente plasmado en el Reglamento sobre Clima (Climate Law), adquiriendo así carácter vinculante. Para alcanzar el nuevo objetivo, la Comisión Europea presentó un conjunto de propuestas legislativas destinadas a revisar y actualizar la legislación de la UE de forma que se pongan en marcha nuevas iniciativas en materia climática, relativa al uso del suelo, la fiscalidad, el transporte, o la energía, con el fin de garantizar que la UE reduzca sus emisiones netas de gases de efecto invernadero y alcance la neutralidad climática prevista para 2050. Los objetivos de este paquete de medidas «Objetivo 55» consisten en proporcionar un marco coherente y equilibrado para alcanzar los objetivos climáticos de la UE al mismo tiempo que se garantice una transición equitativa y socialmente justa, se mantenga y refuerce la innovación y la competitividad de la industria de la UE, y que se sustente la posición de liderazgo de la UE en la lucha mundial contra el cambio climático.
Para algunos Estados miembros y regiones, lograr la neutralidad climática de aquí a 2050 será más difícil que para otros. Por ejemplo, algunos dependen en mayor medida de los combustibles fósiles o tienen sectores con elevadas emisiones de carbono que dan empleo a un número importante de personas. Es por ello que la UE introdujo el Mecanismo para una Transición Justa, para proporcionar apoyo financiero y técnico a las regiones más afectadas por la transición hacia una economía baja en carbono.
España mantiene posiciones constructivas en el Consejo de la UE para avanzar en aquellos expedientes legislativos de la UE en defensa del clima que sean coherentes en todos los planos (social, ambiental y económico), fomentando mecanismos efectivos de ayuda para minimizar los impactos sociales que forman parte de las prioridades de una transición justa.
Como explicó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado 15 de junio, la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea tiene entre una de sus prioridades avanzar en la transición ecológica y la adaptación medioambiental para frenar los efectos del cambio climático. “La Presidencia española en el Consejo de la UE hará todo lo posible para facilitar esta transición. Impulsará una reforma del mercado eléctrico que acelere el despliegue de las energías renovables, reduzca los precios de la electricidad y mejore la estabilidad del sistema. Además, agilizará la tramitación de los expedientes legislativos pendientes del 'Fit for 55', como el paquete de gas e hidrógeno y los reglamentos de eficiencia energética. Y promoverá medidas para la reducción de residuos y microplásticos, el diseño de productos sostenibles y la generación de combustibles ecológicos", explicó Sánchez.
Todo para que la UE siga liderando la lucha global contra el cambio climático y lo haga creando riqueza y nuevas oportunidades en todo su territorio. Y es con ese motivo que esta semana, del 10 al 12 de julio, se celebra en Valladolid una Reunión informal de Ministros europeos de Energía y Medio Ambiente. Las sesiones de trabajo se centrarán en las principales prioridades de la Presidencia española en el marco de los objetivos de la agenda verde europea -con la vista puesta también en la COP28-, la reforma del mercado de la electricidad y la autonomía estratégica abierta.
