Una de las primeras medidas de la recién creada organización fue la redacción en 1950 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (CEDH). Este texto recogía en un instrumento jurídico de obligado cumplimiento los derechos enunciados dos años antes por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En 1953 entró en vigor y desde entonces ha sido una pieza clave en la actuación del Consejo. Sobre el Convenio descansa a su vez un órgano fundamental: el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), máxima instancia judicial en estos temas.