Se trata de personal contratado por un periodo determinado de tiempo que, según el caso, puede oscilar entre 1 y 5 años, renovables por una sola vez. Otros contratos como agente temporal tienen una duración máxima tasada en los 4 años, renovables hasta un total de 6 años. Además, existe la posibilidad de que el contrato pueda adquirir una naturaleza indefinida, sobre todo en caso de llegar a autorizarse una segunda renovación.